Richard E Grant: Primero perdí a mi esposa, luego perdí a mis amigos.
El actor Richard E Grant reveló que algunos amigos dejaron de hablarle después de la muerte de su esposa porque no podían hablar sobre su fallecimiento, lo cual él dijo que se sentía como si la hubieran “cancelado”.
Grant, de 66 años, estuvo casado con Joan Washington, una entrenadora de dialecto, durante 35 años antes de su muerte por cáncer de pulmón en septiembre de 2021. Tenía 75 años. “Después de su muerte, he tenido personas que cruzan la calle en lugar de hablar. No sé si piensan que te vas a derrumbar y eres un desastre emocional”, dijo Grant al Times and Sunday Times Cheltenham Literature Festival. “Pero nunca les volveré a hablar”.
La estrella de Withnail and I dijo que cuando recientemente vendió la casa de vacaciones de la familia en Provenza, que había compartido con su esposa durante 30 años, una pareja sueca vecina con la que había sido amiga lo ignoró cuando les saludó.
“Era día de mercado y vi a Gustav voltearse hacia Marlen, su esposa, y cuando me acerqué a ellos, ambos voltearon la cabeza”, dijo en una conversación con la presentadora Emma Freud.
“Pensé: ‘Que te jodan’. Sentí que me estaban castigando porque Joan había muerto. Ellos nunca lo habían reconocido. Tal vez no sabían cómo lidiar con ello”.
Grant agregó: “Lo que realmente he aprendido es que si no hablas de la persona que murió, esencialmente le estás diciendo a la persona en duelo que esa persona no existía, o que ha sido cancelada… Al no hablar de ello, estás negando a alguien. No sé si es algo particularmente inglés, pero siento que si la gente no habla de ello, es muy doloroso. O simplemente cruel”.
Grant fue nominado al premio Óscar al mejor actor de reparto por su papel en el drama ¿Podrás perdonarme algún día? (2018). Su libro de memorias de 2022, Un bolsillo lleno de felicidad, se basa en sus diarios desde que su esposa tuvo cáncer.
Grant ha llevado extensos diarios desde que era un niño de 10 años que crecía en Suazilandia, ahora conocido como Eswatini, después de descubrir que su madre tenía un romance con el mejor amigo de su padre. Incapaz de enfrentarse a su madre o contarle a su padre, y después de recibir “ninguna respuesta” a sus oraciones, comenzó a escribir para tener “un registro de esto, no había enloquecido, había sucedido”. Desde entonces, ha escrito un diario todos los días, y le ha ayudado “enormemente” porque “ha sido una forma de hacer lo irreal real”.
El actor también habló de su aversión de toda la vida a los secretos como resultado del episodio con sus padres, que precipitó el fin de su relación y provocó que su padre, Henrik, se sumiera en un alcoholismo tan grave que intentó dispararle a su hijo durante una discusión sobre whisky.
Esta aversión lo ha llevado incluso a quitar las puertas de la mayoría de las habitaciones de su casa familiar, y dijo que tiende a no cerrar la puerta cuando usa el baño. “Si tienes que guardar un secreto, significa que estás viviendo una especie de doble vida”, dijo Grant. “El lado negativo de ser tan abierto sobre todo es que mi hija, que tiene 34 años, dice: ‘Por amor de Dios, papá, ¿podemos al menos tener algunos límites?’ Ella tiene que recordármelo casi a diario para intentar encontrar algunos límites”.
Henrik murió a los 53 años mientras que la madre de Grant, Leonne, falleció en julio a los 93 años. Al anunciar su muerte, habló de su “complicada gratitud” hacia ella por “darme el regalo de la vida”.
Habiendo crecido en el antiguo protectorado británico, Grant se mudó a Londres en 1982 para trabajar como actor. Conoció a Washington, que era nueve años mayor que él, cuando tomaba clases para mejorar su acento.
Su romance floreció en 1983 después de que ella le pidiera ayuda para grabar frases suazis que necesitaba enseñar a los actores de la Royal Shakespeare Company. Washington prometió hacerle la cena a Grant en su casa en Richmond, suroeste de Londres, y pronto se convirtieron en pareja. “Una conversación que comenzó en la cama en enero de 1983, terminó en la cama el jueves 2 de septiembre de 2021 tomados de la mano”.
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